MANIFIESTO DE LEDESMA

A continuación presentamos el manifiesto leído en la Plaza Mayor de Ledesma

"Las Peñas taurinas de Castilla y León que participan en el Primer Encuentro de la Comunidad, convocadas en la Villa de Ledesma por la Federación de Peñas Taurinas de Salamanca “Helmántica”, y por la del torero ledesmino Domingo López Chaves, en este delicado momento de la Fiesta Nacional, que se intenta prohibir en una parte de nuestra “patria común e indivisible”, desean reiterar algunos de los motivos del encuentro y manifestar públicamente sus propósitos.

Los peñistas reunidos, que constituyen una de las bases de la existencia de la fiesta misma, desde Hispanoamérica hasta Portugal, pasando por Francia, desde Pamplona hasta Cádiz, y a lo ancho y largo de las nueve provincias de esta Comunidad, peñas integradas por aficionados que son quienes primordialmente alientan y sostienen dicha fiesta, quieren hacer esta manifestación desde este querido rincón de España, de antiquísima y honda tradición taurina; en el corazón de la provincia que posee mayor número de ganaderías de reses bravas de la llamada piel de toro; y el mismo día que se celebra la fiesta de Castilla y León, una de cuyas innegables señas de identidad son los festejos taurinos, desde los tradicionales “espantos” que cada Corpus tienen lugar en esta villa de Ledesma, pasando por los encierros y otros eventos análogos en decenas de pueblos, hasta la lidia de novillos y toros bravos en los muchos cosos que posee o se improvisan en nuestra extensa Comunidad.

Y quieren manifestarlo precisamente en esta coyuntura, en que una pequeña parte de españoles, especialmente catalanes, olvidando la libertad de elección de los ciudadanos y desconociendo que los festejos taurinos constituyen una riquísima y arraigada tradición cultural, de raíz popular, pretenden prohibirlos; cuando la Junta de Castilla y León acaba de distinguir a un diestro legendario de estirpe castellano-leonesa y charra como Santiago Martín “El Viti”, reconociendo la categoría del toreo como expresión inequívocamente artística, como viene haciendo hace años el propio Ministerio de Cultura; coincidiendo con la afirmación de don Juan Vicente Herrera en la entrega de premios de anoche en Salamanca, al afirmar que “la dehesa es la base imprescindible de una fiesta, de un sentimiento, de un arte, de una tradición vinculada al toro bravo quie forma parte de nuestras mas hondas raíces”; a los tres días de que la Presidenta de la Diputación salmantina solicitara en el Senado un Plan Nacional para la dehesa, modelo de desarrollo sostenible, ecosistema singular cuya existencia y conservación deben tanto al ganado de lidia que en ella se cría; cuando un ganadero de esta tierra triunfa en la feria abrileña de Sevilla; y, en fin, el mismo Día de las Letras, que recuerda la muerte de Cervantes, que hace casi cuatrocientos años ponía en boca de su inmortal don Quijote que a los ojos del Rey aparece como un gallardo caballero quien “en la mitad de una gran plaza da una lanzada con felice suceso a un bravo toro”.

Los reunidos, que no quieren repetir los conocidos argumentos de toda índole que se vienen esgrimiendo tradicionalmente en favor de los festejos taurinos, si desean destacar la hermosa defensa escrita el pasado día 18 por Mario Vargas Llosa, Académico de la Española de la Lengua, tan cabal que no permite añadir ni el menor comentario, al sostener con valentía que “la fiesta de los toros representa una forma de alimento espiritual y emotivo tan intenso y enriquecedor como un concierto de Beethoven, una comedia de Shakespeare o un poema de Vallejo”.

Los peñistas que amparan este manifiesto, en uso de su inalienable derecho a la libre expresión y a la libre elección, proclaman su propósito de seguir defendiendo la crianza y lidia del toro bravo, la celebración de todos los festejos taurinos que nacieron hace siglos del pueblo y que constituyen la misma razón de ser de las numerosas peñas creadas en torno a toros y toreros, así como su intención de defender cualquier iniciativa privada o institucional que tienda al reconocimiento de la fiesta como patrimonio cultural, y en definitiva como seña de identidad española.

Los reunidos, que no han obligado jamás a nadie a que comparta su afición a los toros y su admiración por todos los que se visten de luces, que respetan la crítica razonada de su propia afición, reivindican también con toda firmeza, y por un elemental principio de libertad y reciprocidad, su derecho a la serena defensa de la fiesta, a la asistencia pacífica a los festejos taurinos, y al disfrute de la multiplicidad de expresiones culturales de toda índole que los toros han producido secularmente y seguirán dando en un futuro que desean y esperan prometedor."

Proclamado en la villa de Ledesma, provincia de Salamanca, a 23 de abril de 2010, día de la Comunidad de Castilla y León y escrito por Alberto Estella Goytre.

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